Nota enviada los medios de comunicación.
Desmemoriados, Asociación para la Recuperación de la Memoria Colectiva de Cantabria critica el estado de conservación de fondos del Archivo Municipal de Santander
La noticia de la aparición de miles de documentos del periodo franquista amontonados en una nave municipal, sin las mínimas condiciones de conservación y custodia, constituye la imagen de lo que la Memoria Histórica importa al equipo de gobierno de la ciudad de Santander.
Resulta indiscutible que los documentos almacenados en una nave de Candina lo están en malas condiciones, sin un tratamiento que garantice su control y apilados de cualquier manera, deteriorándose día a día sin que a sus responsables parezca incumbirles.
Al Ayuntamiento de Santander le es exigible el cumplimiento de la Ley 3/2002 de Archivos de Cantabria, que en su artículo 16.2 establece que los Archivos comarcales y municipales tienen la responsabilidad y competencia de la conservación, custodia, organización y consulta de sus fondos documentales. Para tal fin se establece (artículo 20) que deben contar con las instalaciones adecuadas para la conservación, tratamiento y consulta de los documentos así como con el personal con la capacitación adecuada.
Este acontecimiento, junto a otros, alguno tan significativo como la pérdida de unos 28.000 libros de los fondos del Museo de Arte de la ciudad en el incendio que tuvo lugar en la madrugada del 20 de noviembre de 2017, pone de manifiesto que no es la primera actuación negligente cometida y deja claro que la cultura no es una prioridad para el Ayuntamiento de Santander, más allá de grandes escaparates como el Centro Botín o el Archivo Lafuente.
Al Gobierno Regional, a través de la Consejería de Cultura, le compete velar por el cumplimiento del deber de conservación, así como la aplicación del régimen sancionador en su caso, puesto que es razonable pensar que se puede haber producido una irresponsabilidad en la conservación, lo que se considera en la citada Ley como una falta grave.
Desde Desmemoriados pedimos que se cumpla la normativa vigente: que se cataloguen los fondos de los archivos, se custodien y conserven de manera adecuada y se pongan a disposición de los investigadores y ciudadanos interesados. Para ello hace falta voluntad política y medios humanos, técnicos y económicos suficientes.
La titular de la Concejalía de Cultura debería reflexionar si la política que está desarrollando en su área es la adecuada, lo que no parece a la vista de los acontecimientos que vienen sucediéndose en los últimos tiempos.