A principios de las años 70 soplaba viento de cambio sobre la sociedad española: un cambio de costumbres producido por la bonanza económica, la transformación de las ciudades y la introducción masiva de los vehículos a motor. Un relevo generacional que se producía lentamente y desplazaba a la generación que había conocido la guerra civil española, por una auténtica explosión de jóvenes que solo habían oído hablar de la guerra en España, como habían oido hablar de la segunda guerra mundial.
La TV se introducía en los hogares. Los tractores desplazaban a las caballerías en el campo. Las mujeres acortaban la falda e inundaban universidades y cadenas de trabajo. Los turistas extranjeros se hacían habituales en las playas españolas. Y Franco, junto con su régimen, había· envejecido. La sociedad entera se transformaba y miraba hacia las democracias europeas: Unos para denostarlas. Otros -todavía los menos- con la idea de poder· imitarlas en un futuro.
Al final de la década de los 60 y principios de los 70 se habían hecho relativamente frecuentes las manifestaciones y huelgas en la universidad y en algunas fábricas.Pero era muy raro que otras ideas que no fueran las del régimen oficial, tuvieran cabida en la Televisión , la radio, o la prensa. Con la idea de llevar imágenes de las actividades de la oposición española al exterior del país, surgió un grupo de gente joven, al principio muy ligada al Partido Comunista de España en la clandestinidad, dispuestos a rodar y grabar lo que pensaba la gente que se oponía al régimen oficial y se atrevía a expresarse mediante asambleas, reuniones, o manifestaciones. Entonces absolutamente prohibidas y penadas con meses o años de prisión. Comenzaron los rodajes, las grabaciones y las salidas a Francia, donde tenían gran resonancia los actos de la Oposición española al franquismo.· Nadie nos pagaba nada. Nosotros financiábamos como podíamos los gastos derivados de los rodajes y pedíamos prestado -a fondo perdido- a cualquiera que se llamara demócrata, rojo, o antifascista. Muchos profesionales del cine apoyaban nuestra actividad. TV alemana (ZDF) nos financiaba a veces con película, o dinero a cambio de imágenes.
Y nos facilitaba valiosos carnets de colaboradores, que nos salvaron más de una vez de ir a la cárcel. Trabajábamos -como ahora está de moda decir- “incrustados” en el bando antifranquista. Es decir saltábamos con los manifestantes y nos disolvíamos con ellos. O participábamos en sus encierros, o en las asambleas y corríamos los mismos o mayores peligros, porque se nos veía más.·· Decidimos llamarnos Colectivo de Cine cuando ya Franco había muerto y España se debatía entre integrarse democráticamente en Europa, o protagonizar un baño de sangre como había ocurrido en Chile años atrás y en España en 1936. Lo formábamos un grupo de gente joven. Aficionados al cine. Aventureros de ideología democrática. Unos organizados en el PCE y otros, cercanos. Rodar entonces las manifestaciones contrarias al régimen no es que fuera arriesgado, era realmente peligroso. Requería mucho apoyo· y mucha suerte.· La empresa que había comenzado a principios de los 70 con pequeños rodajes de asambleas clandestinas. Hacia el 74-75 logró el apoyo de la organización universitaria del PCE en Madrid. Y de intelectuales, artistas y la agrupación de cine del PCE. Resultado: teníamos película regalada, salas de montaje donde no pagábamos (casi nunca) y cámaras prestadas. Organizamos una cadena de distribución de películas que nos autofinanciaba. Aunque antes había que ir a Francia a recoger las películas y traerlas pasando la frontera (clandestinamente), para después proyectarlas (clandestinamente) y recoger el dinero en gorras y bolsas de plástico clandestinamente.· Desaparecido Franco y tras rodar el entierro de los obreros muertos por pedir aumento de sueldo en la ciudad de Vitoria en 1976, comenzamos a exibir los documentales rodados en cine clubs y salas de proyección de Colegios Mayores , o Asociaciones de Vecinos. Era ni más ni menos que enseñar en España lo que ocurría en España. ¡Algo inaudito para la mentalidad y las costumbres del español de entonces!. Y para la policía también, desde luego.
Aunque fuimos detenidos en más de una ocasión, teníamos carnets de TV alemana que nos salvaban el pellejo. Visto desde nuestra perspectiva actual, es inaudito que el material no fuera destruido. Y que se rodara tanto por jóvenes que entonces éramos simples aficionados. Ya que los que eran profesionales del cine o la TV no corrían los riesgos de la calle.
Los años 75-76 y 77 fueron vertiginosos para la sociedad española y para los que éramos miembros del Colectivo que intentábamos reflejar lo que ocurría. A veces, terribles sucesos.
El entierro de los· obreros muertos en Vitoria.· Manifestaciones dende caía la gente por disparos de la policía o de los Guerrilleros de Cristo Rey. Asesinatos como los de los abogados del despacho laboralista de la calle Atocha en Madrid. El entierro desfilando por el Paseo de la Castellana cuando nadie sabía si acabaría en masacre (y los masacrados seríamos nosotros). Manifestaciones “ilegales” pero cada vez más masivas en pro de la legalización de los partidos políticos. Hechos que se sucedían en un tobogán vertiginoso que realmenta amedrentaba, pues· nadie sabía adonde llevaba o cómo acabaría.
El Colectivo de Cine dejó de recibir apoyos cuando se legalizaron los partidos y Suarez permitió informar sobre sus actividades en radios y TV. Extrañamente los materiales cinematográficos rodados son ahora propiedad de TVE. Y aunque sus imágenes son conocidas por todos los españoles que las han visto de forma repetida en diversas televisiones cada vez que se habla de los sucesos de la Transición Política española, muy pocos saben que esas imágenes fueron rodadas, guionizadas y montadas por voluntariosos militantes antifranquistas. Desconocidos para el público la mayoría. Un grupo de supervivientes quizá cansados y poco preparados para las intrigas democráticas, que se autodenominaban entonces Colectivo de Cine de Madrid. Entre otros materiales cinematográficos se rodó y montó:· VITORIA HASTA SIEMPRE EN LA LIBERTAD AMNISTIA Y LIBERTAD CONCIERTO DE RAIMON EN MADRID CONCIERTO DE GIJON· Colaboraron en obtener y montar las imágenes: Miguel Hermoso (Preso en la destruida cárcel de Carabanchel por rodar, o intentarlo), Tino Calabuig, Andres Linares, María Miró, Pedro Rosado (detenido y desterrado de Sagunto), Ramón Manzanares, el que suscribe (También detenido y deterrado de Sagunto. Después huesped de la cárcel de Carabanchel). Y hasta una docena de personas más a las que invito a contactar con la página del Colectivo, pues los años han borrado su nombre de mi memoria, aunque no sus imágenes, ni sus acciones.
Adolfo Garijo www.colectivodecinedemadrid.com