El 10 de mayo de 1981 tres jóvenes trabajadores radicados en Cantabria fueron asesinados en la provincia de Almería a manos de miembros descontrolados de la Guardia Civil, en lo que fue conocido como el Caso Almería.
Conviene recordar, no obstante, que si la detención, tortura y asesinato de los jóvenes citados anteriormente fue una vileza sin parangón, indescriptibles fueron también los intentos de ocultar, minimizar y tergiversar lo ocurrido por parte de diversos estamentos del Estado, incluido el instituto armado al que pertenecían los asesinos y el propio gobierno de la nación, que en boca de su Ministro del Interior, Juan José Rosón, y tras intentar diversas cortinas de humo, acusando inicialmente a las víctimas de terroristas y luego de delincuentes, acababa por calificar los hechos como un “lamentable error”, ante el acoso incrédulo de los partidos de la oposición.
Conviene recordar también que fueron 11 los guardias civiles que participaron en el crimen y que solamente fueron juzgados tres de ellos. Las condenas fueron bastante mediocres en comparación con el hecho causado y los tres agentes implicados pasaron la mayor parte de la condena en recintos militares en un régimen inconcebiblemente ligero en comparación a otros reos con penas similares.
Conviene recordar que, a pesar de los años que han pasado, el crimen mancha de forma indeleble la versión oficial de una Transición a la democracia limpia y ejemplar. Está en manos de la sociedad civil y de los representantes del Estado ofrecer justa reparación y recuerdo, en la medida de lo posible, a sucesos que de otro modo nos enfrentan con nuestra propia vergüenza.
Gracias al esfuerzo de familiares y allegados de los fallecidos, en Andalucía existe honra y memoria por tan terrible asesinato. No sólo queda la huella de un monolito en el solitario barranco de Gérgal donde apareció el automóvil con los cadáveres calcinados en la madrugada del 10 de mayo de 1981, sino que la corporación municipal de Pechina, localidad en la que nació Juan Mañas, ha dedicado un parque a este negro símbolo de la Transición. A esto hay que añadir Ley de la Memoria de Andalucía que reconoce a las víctimas del “Caso Almería” como víctimas de terrorismo.
Desde el Grupo Desmemoriados, en defensa y recuperación de la memoria colectiva de Cantabria, nos propusimos en 2015, combatir en la medida de nuestras fuerzas la amnesia que parece adormecer en tantas ocasiones a la sociedad cántabra. Y en este caso emprendimos diversas acciones para la sensibilización y el conocimiento de un hecho que, creemos, toca muy de cerca, no sólo a aquellos que viven o sienten esta región, sino a todos los que defienden un cierto concepto de la dignidad y de la justicia. Porque entendíamos que una región, un país, una sociedad en definitiva, necesita reconocerse en su pasado (y no avergonzarse) para construir el presente y crecer en un futuro justo y digno.
Hasta el día de hoy se han realizado dos reconocimientos institucionales en Cantabria y se ha levando un monumento e homenaje en un espacio público. El ayuntamiento de Santander, que se aprobó una MOCIÓN en el Pleno el 21 de mayo de 2016 por la cual:
- El Pleno de la corporación muestra su dolor y respeto a los familiares de Luis Montero García, Luis Cobo Mier, y Juan Mañas Morales y muestra su pesar por el padecimiento sufrido, considerando que las mismas deben ser consideradas a todos los efectos legales como víctimas del terrorismo.
- El Pleno acuerda instar al Gobierno de la Nación que se constituya tras las elecciones del 26 de junio a que inicie los cambios legislativos necesarios para que todas las víctimas del terrorismo, incluyendo las víctimas por violencia policial, grupos de ultraderecha, y grupos parapoliciales, sean reparadas y reciban la consideración y protección que corresponde a su condición de víctimas de actos de terrorismo o violencia política.
Y la segunda el 10 de mayo de 2018, en el que los Grupos Políticos representados en la Cámara aprobaron una DECLARACIÓN INSTITUCIONAL a favor de las Víctimas del Caso de Almería y se realizó un acto de homenaje público en el patio de Asamblea Regional organizado por Desmemoriados, con la presencia de las familias y de todos los grupos con representación parlamentaria. En la declaración el Parlamento de Cantabria instaba al Gobierno de España a:
- Iniciar los cambios legislativos necesarios y oportunos para que todas las víctimas de terrorismo, incluyendo las víctimas de la violencia policial, grupos de ultraderecha y grupos parapoliciales, sean reparadas y reciban la consideración y protección que corresponde a su condición de víctimas de actos de terrorismo o violencia política.
A día de hoy ambas declaraciones institucionales no han tenido eco en el Gobierno de España.
Desde el viernes, 15 de octubre de 2021, una escultura de algo más de dos metros, hecha en acero, interpela al caminante los conocidos como jardines de la Renfe, en la Plaza de las Estaciones de Santander. Se trata de una obra del artista campurriano Nacho Zubelzu, titulada “¿Por qué?”, que nos invitan a reflexionar sobre la sinrazón, el odio y la injusticia.