Seleccionamos colores, canciones, personas, hechos, olores…. y los guardamos, a buen recaudo, en la memoria. La personal, la compartida,… y a ella regresamos, para recordar. Para aprender, para enseñar…
El pasado 11 de febrero, Laredo recordó a un hombre que había vinculado su vida a la difusión de una memoria trágica, despiadada, pero, nunca olvidada gracias a él: Lázaro Nates Gallo (Laredo 1923-París 2020).
Y es que el último superviviente cántabro de ese colectivo al que nadie hubiera elegido pertenecer, el de deportados y supervivientes del campo de concentración nazi de Mauthausen, se esforzó toda su vida, y así lo reconocieron sus vecinos laredanos, en recordar que aquello nunca debe repetirse. Y por ello, nunca ha de olvidarse.