Padre, papá, cómo se engrandece mi vida al recuerdo de mi padre.
En lo que mi memoria recuerda con mi padre retrocediendo a mi niñez, lo cantarín que era, en sus sábados por la mañana preparando los desayunos, sus besos cuando iba y venia de trabajar, sus grandes paseos cogidos de la mano o a cuchos ( hombros), una infancia y juventud feliz con mis padres y hermanos. Algo de lo que me siento orgullosa es de su gran herencia del respeto hacia los demás y a uno mismo.
Mi padre murió con 70 años (1916-1986).Tras su muerte fue cuando conocí al hombre luchador por un ideal y la defensa de una República elegida por la mayoría de los españoles, el pertenecía a las juventudes socialistas.
Esa es mi pena desde entonces no haber sabido mientras vivió de esa parte de su vida, tan importante para él, nunca nos inculcó odio ni vivió odiando.
Al poco de morir, mi madre sacó las caricaturas hechas en la cárcel de la Tabacalera a él y otros compañeros de los que no sabemos el nombre, unas postales para sus padres y hermanos hechas también en Tabacalera en el 1942. Durante su encierro fue ayudante del Doctor Madrazo que un día escribió en un periódico interno de la U.G.T.., que decía: “estos que salvan almas ( por los curas) dicen que van al cielo; yo que he salvado tantas vidas a dónde iré”.
Después de perdida la guerra estuvo luchando en los comités clandestinos de la U.G.T., por lo que fue encarcelado con otros compañeros de los que tengo lista, supe de su vida de lucha por los trabajadores gracias al 2º libro de U.G.T.,fue del primer comité de la empresa Nueva Montaña Quijano. en Los Corrales de Buelna y hasta su muerte estuvo con los jubilados de U.G.T.
Gracias papá por tu vida, por tu ejemplo, tu respeto y cariño. TE QUIERO PAPÁ.
Loli Peñil Garcia